jueves, 3 de junio de 2010

lo tuyo es mío y lo mío de nadie


Si el sol se pone... ¿es porque la luna se desnuda?

Hoy la casualidad me ha vuelto ha sorprender. Ha sido muy estraño, la verdad. Volvía de las clases, ya a una calle de mi casa, y en mi Ipod en modo aleatorio sonaba la canción de Ghostbusters (Cazafantasmas). Nada, hasta aquí todo tan normal y intrascendente como cada día. Levanto la vista y veo un chico que lleva una camiseta naranja y está sacando algo de su mochila. Sigue siendo una cosa normal, pero me fijo en la mochila y... ¡veo que lleva un parche de Ghostbusters! He sonreído básicamente porque me he acordado de la entrada de ayer. Me ha hecho ilusión y todo. 

Pero bueno, después de esta anecdotilla...

Esta mañana me levanté con ganas de ver algunas de las primeras fotografías que hice con mi reflex y me topé con unas que tomé en el Mercat de la Boqueria, ahora hará un año más o menos, en las que se veían los estantes de golosinas tan característicos del lugar. Y me he preguntado: ¿Porqué me gustan unas cosas y otras no? 
He empezado a pensar en lo que me gusta y en lo que no. En mi cabeza ha surgido una clasificación de alimentos que más o menos quedaría así:
- Me gustan
- No me gustan (pero me he acostumbrado al sabor y en un caso extremo podría pasar)
- Me gustaría que me gustaran
- No me gustan (y no me van a gustar)

El primer grupo es bastante obvio, pero los demás son más complejos.
El segundo grupo incluye esos alimentos que no me gustan y que rechazo de entrada si los veo en una carta de un restaurante, ¿para qué voy a malgastar el dinero en una ensalada?
En el tercer grupo estan esos alimentos que aceptas con alguno de los sentidos pero el gusto se reserva el derecho de admisión y no deja pasar ni a tiros. Por ejemplo, a mí me gustaría poder comer una ensalada con su lechuga verde, su tomate rojo y jugoso, las olivitas y el queso... pero algo en mí impide que la textura del tomate me guste y que identifique la lechuga como hierba para conejos.
El último contiene esos platos que por cultura o por alguna otra razón no me podrán gustar jamás. Cuando he pensado justo en este grupo ha venido a mi memoria la primera noche que pasé en New York con mi familia adoptiva haitiana. Para cenar nos habían preparado gran cantidad de platos diferentes: que si lentejas, que si pollo, que si arroz... Aunque mi compañera y yo cenamos solas y sin nadie que controlara lo que comíamos no quise hacer un feo y decidí probarlo todo. Ya habíamos abierto todos los tuppers menos uno, el que tenia peor pinta. Lo abrí y el olor ya no invitaba a comerlo. Era plátano crudo (fruta que me suele gustar) acompañada con cebolla también cruda (la cebolla va incluida en el segundo grupo de mi clasificación). Aun así quise comer un trozo. Fue horrible. Nunca más, de verdad. 
De esta experiencia deriba mi conclusión: el paladar se acostumbra a un determinado tipo de gustos, condimentos, etc. dados según la cultura de una región o los alimentos que predominan en ella y cuando nos movemos un poco de la nuestra el resultado no suele ser agradable. Aunque hay veces el efecto puede ser el contrario. 

Por eso:
moraleja (seria)
Pa' gustos, los colores.

moraleja (no tan seria)
Si ves que alguien nuevo te sigue y no reconoces su nombre/seudónimo, no te hagas ilusiones porque es más probable que sea un amigo iluminado que haya decido por un mote completamente ajeno a él para que no lo identifiques (a posta o no) que no que sea alguien a quien le ha gustado tu blog. (es que me pasó ayer...)

CHARLISMILES

pd. Recomiendo escuchar a The Killers; una canción que se llama Romeo and Juliet y que no es suya, es de Dire Straits. La versión de Brandon Flowers es mucho mejor con diferencia (lo dice alguien de manera completamente subjetiva ya quien le apasionan The Killers)

miércoles, 2 de junio de 2010

guitarra reducida a serrín y virutas de metal


Cuando pienso que estoy pensando no puedo evitar pensar.

Después de descubrir que tengo amiguitos con poderes premonitorios y que hablan en sus blogs de lo que yo pretendo hablar antes de que yo lo haga (mira que es casualidad), he tenido que dar un giro de 180º al post que prentendía escribir y empezar de nuevo con algo inteligible y coherente. Pero como no se me ha ocurrido nada con sentido, voy a escribir lo que había planeado.

Ayer caminaba por la calle, vuelta a mi casa después de desayunar en el bar de cada día, y pasé delante de un Caprabo y pensé: es posible que me encuentre a mi abuela.
De hecho había un 50% de probabilidad tanto para una opción como para la otra.
Ayer no me la encontré.
Pero la semana pasada sí.
Justo cuando lo pensé no apareció. Casualidad.
La casualidad es el tonteo con el destino. Pero, ¿a caso éste último existe? ¿Está nuestro futuro escrito en las estrellas? ¿O en los posos de té?
Yo prefiero pensar que no es así, que yo estoy escribiendo mi historia poquito a poco y con buena letra, que las prisas son malas. Que cada decisión que tomo es mía y de nadie más del "Cosmos".
¿Qué es eso de que "el destino nos ha unido"? No, no, no... nos hemos unido porque a mí me ha dado la gana y no porque una entidad mística lo haya creído conveniente.
¿Y qué es eso de que el destino está escrito? Gracias por haberse tomado tantas molestias en reparar en lo que será bueno o malo para mí pero mejor lo borro y empiezo yo de nuevo, que prefiero ir por libre.
No sé si esto se lo plantea la gente así, frecuentemente, pero yo la verdad es que no. Si no llega a ser por el no-encuentro con mi abuela ni hubiera pensado en ello. ¿Casualidad?

moraleja
Instala un mando a distancia en tu calentador (sí, ese armatoste que no se toca y casi ni se sabe que existe pero cuando el agua no es agua sino hielo se echa en falta) para evitar situaciones vergonzosamente abrumantes en la galería de tu casa (donde se suele labar la ropa, tenderla y tal).

CHARLISMILES

pd. para entender el post de hoy es EXTREMADAMENTE necesario:
1. Buscar a Kings Of Convenience y escuchar My Ship Isn't Pretty.

pdd. la fotografía fue sacada en Praga ya hace un tiempo.

martes, 1 de junio de 2010

como la punta de un rizo en el ojo



Pero si no sé ni de qué escribir... ¿qué hago escribiendo?

¡Buenos días!
Hoy me he levantado con unas sospechosas ganas de amor. Tal y como reza el titulillo de mi blog, en teoria, es de lo último que debería hablar. Pero...¿Qué más dará? Total, haré lo que me de la gana.

He llegado a la conclusión de que la persona más afín a mí (¿?) es la menos indicada. No, no es el típico tópico de la chica que se enamora del malote y lo acaba amansando (ahí se descubre la gran carencia de personalidad de la que disfruta el chaval). Ah, y por supuesto, tampoco estoy hablando del tío pobre que se enamora de la chica modosita del Upper East Side y la acaba consiguiendo grácias a la notable insulsidad de la que gozan los hombres del entorno de la chavala. Ah no, eso no... la acaba conquistando por su noble corazón bla bla bla.

Los sapiens hemos nacido predestinados al desastre y la catástrofe. Nos gusta complicarnos la vida como al que más. No, no nos conformamos con cualquier cosa. Somos lo más exigente que existe en la faz de la tierra. Eso de enamorarnos lo hemos inventado nosotros. Porque...yo me fijo y lo de los animales es más bien un "aquí te pillo, aquí te mato".
¡Y eso de que los humanos somos seres sociales no es excusa! ¿O no lo son también los monos, los leones, los pajaritos, etc.? No sé.
Nos quejamos diez veces al día de lo difícil que es nuestra vida y, seguro que mientras lo decimos el 70% de la dificultad recae en el amor.

No voy a decir porqué es mi historia complicada porque seguro que ya estáis suficientemente liados con las vuestras própias o con las de vuestros relativos. No sé si sabéis que ser curioso (llamémoslo por su nombre: cotilla) también es própio de la naturaleza del hombre.

La amiguita de la que hablé ayer es mi fuente de sabiduría más cercana. Ella siempre me dice que prefiere un tío para una noche que una relación estable. Que sí, que le gustaría enamorarse pero sólo por el simple hecho de experimentar. Piensa que preocuparse de uno mismo ya es complicado como para estar pendiente de otra persona. Yo siempre le digo que es muy bonito estar con la persona que se quiere y compartir todos esos momentos tan hermosos y pensar en ella/él cada vez que ves un lugar o una fotografía y... a cada palabra que escribo me doy cuenta de cuánta razón albergan las palabras de mi amiga.

Quanta raó tens, Sílvia.

moraleja
Un paquete de TRIDENT TORNADO se puede usar a modo de monedero. El camarero te mirará como si de un loco se tratase. Pero tú no estás loco simplemente eres funcional.

CHARLISMILES

pd. para entender mejor este post:
1.Spotify/buscar/user:charlismiles
2. Salem Al Fakir - Virgin Mary